Los food trucks han invadido nuestras calles: comida para llevar elaborada por cocineros al volante de vehículos totalmente adaptados a los fogones. Están de moda.

Llevan décadas alimentando a personas que necesitan cubrir esta necesidad vital sin invertir demasiado tiempo y dinero. Muy populares en EE.UU., los food trucks se han ido extendiendo al resto del mundo y han llegado a España para quedarse.

“Cocineros al Volante” convirtió a los food trucks en objeto de culto: hasta en el pueblo más lejano de la península se hablaba de esas furgonetas ‘rarunas’ que, equipadas con cocina, disponiendo de poco espacio y contando con buenos alimentos, eran capaces de saciar el hambre de aquel que se acercaba a sus mostradores gracias a la habilidad de sus cocineros.

Cómo tener un food truck

Si estás pensando dar un giro culinario a tu vida, puede que una buena idea sea hacerte con un food truck. Tener algo de experiencia en el mundo de la hostelería, hacer un estudio de mercado para saber qué triunfa y disponer, si es posible, de un establecimiento “real” en el que hayas ensayado previamente tus recetas, es lo más recomendable.

En la web www.foodtruckya.com encontrarás toda la información necesaria, tanto para adecuar un vehículo como para alquilarlo. También facilitan un calendario con las fechas de las próximas ferias en toda España.

Pero si con lo que sueñas es con una adaptación a medida, no dudes en visitar Food Truck Systems (www.foodtrucksystems.com), una start-up especializada del sector que hace trabajos totalmente personalizados; además, dispone de una asesoría legal alimentaria y son especialistas en diseño gastronómico.

Qué normativas debe cumplir un food truck

Dependiendo de lo que pese el vehículo, si lo vas a conducir –hay foof truck que se transportan en grúa- has de tener el carné de conducir B (si pesa menos de 3.500kg) o C (si sobre pasa los 3.500 kg) y una tarjeta de transporte. Cualquier modificación que realices debe estar homologada, por lo que tienes que hacerla en un taller especializado o no pasarás la ITV, a la que debes asistir anualmente hasta que el food truck tenga diez años, y semestralmente cuando los cumpla.

Además, tienes que acomodarte a la normativa sanitaria general, establecida en el Reglamento 2004/852/CE, y la que rija en la Comunidad Autónoma en la que quieras cocinar y vender tus productos. Por supuesto, has de ser titular del carné de manipulador de alimentos y tener una certificación veterinaria del food truck.

Cuánto cuesta un food truck

Una furgoneta —tipo Renault Master o Fiat Ducato — de segunda mano, equipada y preparada para funcionar como food truck puede costar entre 30.000 y 35.000 euros. Las de estilo vintage —una Citroën HY, por ejemplo—tiene un precio que parte de los 4.000 euros y puede llegar a los 18.000 euros, si está restaurada. Estas tarifas, facilitadas por Food Truck Ya, son aproximadas, ya que dependen del estado del vehículo y de las modificaciones que quieras realizar.

Dónde puedes llevar un food truck

No en todos los países se permite la venta de comida vehículos adaptados. En España, sólo es posible hacerlo en espacios delimitados: recintos comerciales, ferias o celebraciones privadas. Tampoco te puedes colocar donde quieras: has de respetar la ordenanza municipal de cada lugar.

A pesar de tener un escaparate tan restringido, la moda de los food trucks está ganando cada vez más adeptos e incluso hay eventos en los que se muestran las adaptaciones más pintonas y las propuestas gastronómicas más vanguardistas. MadrEat, en la capital, y Van Van Market y Eat Street, en Barcelona, son tres buenos ejemplos.

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