"Estoy iniciando la búsqueda de mi próximo coche y me gustaría que me informaseis sobre los diferentes sistemas que tienen los automóviles Diesel para rebajar sus emisiones contaminantes."

"Me preocupan especialmente los tan de moda óxidos de nitrógeno (NOx) y he escuchado que los coches que usan Adblue apenas los emiten. Pero me gustaría que me informaseis un poco acerca de sus ventajas, posibles inconvenientes y si hay otras maneras de rebajar sus emisiones."

Respuesta de nuestro experto técnico Luis Miguel Vitoria

El AdBlue es una solución de agua destilada y urea al 32,5% que inyectada en el catalizador SCR reacciona con los óxidos nitrosos y los descompone en gases no nocivos para la salud. Se encuentra en un depósito específico y cuenta con su propio mecanismo de inyección conectado a la centralita principal del vehículo. Aquí, por tanto, tienes la primera ventaja pues ayuda claramente a rebajar los niveles NOx.

Su consumo puede ser entre un 3 y un 5% del de combustible, lo que permite espaciar los procesos de llenado de un depósito tipo de unos 20 litros hasta hacerlos coincidir con las revisiones periódicas anunciadas. Pero, dependiendo de la conducción —si esta fuera exigente, a alta velocidad o fundamentalmente en ciudad— su consumo aumentaría, reduciéndose de manera consiguiente el tiempo necesario para rellenarlo. Posiblemente, pudiera obligar a añadir entre revisiones para mantener el nivel. En este caso, tendrías ante ti una posible desventaja: según la conducción, puede aumentar su consumo y, por tanto, tienes que preocuparte de su mantenimiento por lo que debes añadir el AdBlue en la larga lista de acciones de cuidado y del "bienestar" del coche.

Antes de que se agote, aparece un mensaje en la instrumentación advirtiendo de la necesidad de rellenar el depósito a la mayor brevedad, aunque no sería de manera inmediata ya que podría superar holgadamente los 1.000 km. E incluso, a diferencia de lo que se lee frecuentemente en determinados foros, el coche podría llegar a arrancar sin AdBlue a pesar de estar fuera de las emisiones que declara. O al menos permitiría por motivos de seguridad arrancar un número mínimo de veces —no anunciado— para evitar, por ejemplo, dejarnos tirados en mitad de la nada sin más posibilidades que llamar a una grúa. Eso sí, recomendamos no agotar esta posibilidad y somos más partidarios de rellenar, aunque sea por nosotros mismos.

Hacerlo no es difícil. Requiere primero aprovisionarse de AdBlue, bien en los concesionarios, con botes de menos de 2 l, o en estaciones de servicio, donde podemos encontrar garrafas de 10 y surtidores que —lamentablemente— será difícil que podamos usar en nuestros turismos ya que ha sido diseñados para vehículos industriales, en los que es obligatorio desde 2007. Ten en cuenta que se trata de un líquido muy corrosivo y que por lo tanto debes protegerte con guantes, gafas y limpiar posibles salpicaduras inmediatamente para evitar deterioro en la pintura.

El SCR es la solución más compleja, aunque también la más eficaz, pero no la única. Hay marcas que apuntan a la trampa de NOx como solución para reducir la emisión de esos gases a la atmósfera. Se trata de un dispositivo similar al filtro de partículas, pero mucho más tupido, que atrapa esas moléculas hasta colmatarse, momento en que una inyección de combustible genera su combustión y la descomposición en CO2, nitrógeno y agua. Hay que saber que esa inyección de combustible implica un aumento temporal del consumo y que, como al resto de elementos de depuración de gases de escape como el filtro de partículas, los recorridos cortos le afectan notablemente al tener que funcionar sin haber alcanzado la temperatura óptima de uso.

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