"En breve, tengo en mente cambiar de coche y estoy viendo dos posibles opciones, el Nissan Qashqai o el Mazda CX3, en ambos casos con motor de gasolina, el del Qashqai de 130 CV y el del Mazda CX3 con 120 CV."

"Pero la duda que tengo en ambos casos es la misma, pues no sé si elegir las versiones de cambio manual o las de cambio automático. En caso de decidirme por el cambio automático, ¿hay diferencia entre uno y otro? ¿Cual merece más la pena?"

Respuesta de nuestro experto técnico Luis Miguel Vitoria

Realmente tus dudas son más que razonables, tanto a la hora de escoger entre cambio manual y automático y, en el caso de este último, entre un modelo u otro -Nissan Qashqai o Mazda CX-3-, pues aunque la cifra de potencia máxima es más o menos similar, lo cierto es que resultan motores muy diferentes por su configuración y que ofrecen funcionamientos también muy diferenciados. No nos señalas, sin embargo, qué tipo de utilización realizas habitualmente, si te mueves a diario entre el tráfico urbano, en cuyo caso el cambio automático resulta de lo más recomendable por el confort que aporta en la conducción. Sólo en el caso de que realmente no utilices a diario el coche en ciudad y el uso habitual sea en carretera abierta, descartaríamos la opción del cambio automático, un cambio que resulta sobre todo agradable en estas condiciones. Y aun así, lo descartaríamos simplemente por el mayor coste en la compra, porque realmente el funcionamiento que ofrecen hoy en día los últimos cambios automáticos justifican en gran medida su uso.

Pero entendiendo que, como suele ser habitual, el uso que le vas a dar incluye tanto ciudad como carretera, apostaríamos por las versiones de cambio automático. En el caso del Nissan Qashqai, la caja de cambios automática XTRONIC es de tipo variador continuo con siete relaciones prefijadas para cuando funciona en modo manual, un cambio muy agradable que se adapta bien a la respuesta del pequeño motor de gasolina. En el Mazda CX-3 automático, el cambio es un convertidor de par más convencional y va asociado a un motor de mayor cilindrada que el del Nissan Qashqai logrando un conjunto que destaca, sobre todo, por el excelente agrado de conducción que ofrece. Sus prestaciones son ligeramente superiores también a las del Nissan Qashqai debido en parte al mayor peso de este último, un SUV que hay que señalar de dimensiones también más grandes que las del Mazda CX-3, y que se refleja en el caso del Qashqai con un interior más amplio que las del SUV de Mazda. Si no te hace falta mucho espacio interior, nos inclinamos por el CX-3 por el agrado que ofrece y su rendimiento, aunque los consumos que ofrecen en ciudad favorecen al Qashqai, cuyo motor de menor cilindrada resulta más eficiente.