Coches para el recuerdo: los mejores de finales de los 80
Los años 80 fueron una época dorada en la historia del automóvil. No os perdáis esta selección con los mejores coches de finales de década. ¿Con cuál os quedáis?
Son muchos los coches y los deportivos que nos fascinaron e hicieron soñar en los años 80. No hace mucho os dejábamos con un reportaje con los mejores modelos de principios de la década. Ahora, llega el turno para el final de unos años dorados. Hoy, nuestra sección semanal de “Coches para el recuerdo” rinde homenaje a estos 20 coches para la historia. Juan Ignacio Eguiara, subdirector de la revista AUTOMÓVIL, nos cuenta sus impresiones con todos ellos.
Alfa Romeo 75
Mi primer recuerdo de un Alfa Romeo 75 fue en un concesionario cerca de mi casa en Vitoria. Acompañé a mi cuñado que iba a comprar un 33 y allí tenían expuesto un flamante 75 América del que me enamoré al instante. Todavía recuerdo ese característico olor a «Alfa» que posteriormente con los años me caló a base de probar más Alfas. Ese freno de mano de doble brazo y una instrumentación preciosa. Con el tiempo lo probé y todavía me enamoré más, con su propulsión trasera y esa mecánica atmosférica que suena como sinfonía angelical.
Peugeot 309
Yo siempre fui más de 205, porque tuve un GTI 1.9. Pero con el tiempo me fue entrando más por los ojos, porque desde el punto de vista dinámico y prestacional no tenía la menor duda. Su bastidor era un ejemplo de nobleza y su gama de motores, con el 1.9 de 130 CV, era de las más completas del mercado. Aunque siempre destacó más por sus Diesel, como siempre sucedía con los modelos de Peugeot. Aunque mi corazoncito siempre estará con 1.9 GTI.
Porsche 959
Este es uno de los coches que es un icono, una leyenda, desde que nació. En el fondo fue un coche experimental para desarrollar nuevas soluciones con la tracción total y motores sobrealimentados, amparados bajo la reglamentación de Grupo B, ya que el banco de ensayos tenía que ser la competición. Fruto de ellos fueron 337 modelos producidos para la calle que hicieron las delicias de todos aquellos afortunados que tuvieron la oportunidad de verlos. Yo fui uno de ellos.
Audi 80
Durante este periodo de finales de los años 80, Audi creció y se expandió como nadie se podía imaginar. Antes de eso era una marca bastante desconocida, sobre todo en España, pero a partir del 80, su imagen creció como la espuma. Se puede decir que fue esta generación de Audi 80/90 la que conquistó los corazones de todos los que querían un coche bueno, aspiracional, pero relativamente al alcance del bolsillo. El resultado fue un éxito de ventas total.
Citroën AX
Este fue uno de los grandes aciertos de Citroën en su historia. Fue el sucesor del Visa que no tuvo nada de éxito en el mercado. Sin embargo, con un replanteamiento mucho más acertado, el AX fue uno de los utilitarios preferidos por todos los que empezaban a conducir o querían un coche pequeño para la ciudad. Pero en aquella época, realmente, un coche como el AX era un coche completo, que valía para todo y no sólo quedaba restringido para la urbe. Su poco peso y unos motores muy frugales, permitían unos consumos de récord. Todavía me acuerdo de aquella versión 14 D que le echábamos la gasolina de 500 en 500 pesetas.
Renault 21
En mi época de la EGB probablemente este era para mí el coche superventas… porque lo veía por todos los lados. Sin duda Renault acertó de lleno y creo que su éxito se basaba en que respondía muy bien al gusto de los conductores de esa época. Porque en España, en la época de la EGB, el coche que gustaba era la berlina de tres volúmenes de perfil muy marcado. Es decir, que el maletero se viese bien y fuese grande. Había que meter las sillas de camping para ir al campo los domingos.
Peugeot 405
Peugeot se ganó una merecida fama en los años 80 por tener los mejores motores Diesel. Y uno de los modelos que sirvió para impulsar esta reputación fue el 405. Como sucedía con el 21, fue un coche muy apreciado por los conductores de la época por su perfil de tres volúmenes —diseñado por Pininfarina—, el preferido por entonces, pero su popularidad se acentuó gracias a sus gama de motores de gasóleo. Fue de los primeros en dominar la tecnología turbo en estas mecánicas.
Volkswagen Passat
El VW Passat de segunda generación, llamado internamente el B2, es el que realmente vivimos los de nuestra generación. El primero no llegó a nuestro país porque era un coche de importación muy caro. Este segundo fue el que se dejó ver más por nuestras calles, aunque no dejaba de ser un coche bastante caro para la época y al que no todo el mundo podía acceder. Aunque desde luego muchos ansiaban por su peculiar carrocería liftback, con portón posterior, que daba mucha capacidad y contaba con mucha zona acristalada.
Fiat Tipo
Fue el sucesor de un mito como fue el Ritmo que a todos nos había enamorado con su versión Abarth. El Tipo tuvo un carácter siempre mucho más popular e incluso se diseñó desde el inicio también como carrocería de tres volúmenes, llamada Tempra. Esta, curiosamente, no tuvo el éxito que se presumía a este tipo de carrocería en España. Pero el Tipo compacto sí que la tuvo y recogió tecnología de vanguardia para la época, como la inyección directa, lo que permitió esa maravillosa versión «Sedicivalvole», otro de los legados del modelo.
Renault 19
Para los que vivimos la época de la EGB, el protagonismo de este modelo creo que fue inferior al de su antecesor, el R11. Pero qué duda cabe que tuvo un gran éxito comercial ya que en aquella época no había tanta competencia en el mercado y Renault, fabricándolo en su planta de Palencia, copaba gran parte de la cuota del segmento. Nunca me pareció un coche bonito y para mí y mi generación de EGB, fue una transición del añorado R11 al Mégane.
Mercedes SL
La denominación SL viene del alemán Sport Leich, que significa deportivo ligero y se aplicó por vez primera en el 300 SL, el alas de gaviota. Pero realmente, esta denominación representa en Mercedes a su descapotable más emblemático. Hay varias generaciones pero las que ocupan el periodo EGB serían la tercera (R107) que comenzó a comercializarse en 1972 y la cuarta (R129) que es la que pertenece esta década. Un descapotable de cuatro plazas que incrementaba su uso con el techo duro desmontable en la versión SLC.
Citroën XM
Tenía una difícil misión, la de reemplazar al revolucionario CX. Cuando se lanzó este sustituto, mucho más moderno y vanguardista, ya no nos sorprendía tanto su suspensión neumática. Quizás por ello fue un fracaso comercial y no fue uno de los coches que más calaron en mi generación. Era mucho mejor que su antecesor, una auténtica berlina de lujo diría yo, pero no acabó cautivando al público en general. Bien es cierto que este tipo de berlinas grandes de representación, empezaron a tener la competencia en España de las marcas más premiun que se llevaban a este público.
Opel Calibra
Fue toda una revolución porque acercó el concepto coupé al gran público y de una manera maravillosa. El coche era muy bonito y con un coeficiente aerodinámico récord en la categoría de Cx 0,26. Contaba con 4 buenas plazas y un portón trasero que daba acceso a un maletero que se podía extender hasta los 980 litros. Es increíble como ahora parecen incapaces de hacer un coche así, es decir, bonito, práctico, deportivo y al alcance de todos los bolsillos.
Renault Clio
Comenzó en los años 90 y sin duda se ha ganado un puesto de honor en la marca francesa y en nuestra memoria. Es uno de los modelos más longevos de Renault lo que le ha permitido vender millones de unidades y contar con innumerables versiones. Cuando entré a trabajar en Autopista, acababa de ser lanzado y fue uno de los primeros coches que probé para la revista. Era el coche de moda y lo continuó siendo durante mucho tiempo.
Mazda MX-5
Todavía recuerdo cuando el director de Autopista por entonces llegó de una presentación donde el coche le había entusiasmado. Era el Mazda MX-5. Hasta tal punto le entusiasmó que se compró uno. Así que a nadie extrañará que diga que es uno de mis coches favoritos. Rompió los esquemas y puso al alcance de todos un roadster puro que transmitía un placer de conducción sin precedentes. Ya llevamos cuatro generaciones pero todas con el espíritu de la primera, la que recordamos los chicos de la EGB.
Honda NSX
El primer deportivo de verdad que probé fue el NSX. Me entusiasmó tanto que hasta hoy en día sigue siendo uno de mis coches favoritos. En aquella época era un coche revolucionario, un biplaza de motor central que había sido puesto a punto nada menos que por Ayrton Senna, mi ídolo por entonces. La precisión de la palanca de cambios y como subía de vueltas el V6 de 3 litros y 270 CV todavía me pone los pelos de punta. También he de decir que su efectividad era muy alta pero su comportamiento al límite era crítico. Recuerdo como en una sesión de fotos me dio una espantada la trasera y casi me doy con un guardarraíl… afortunadamente todo quedó en un susto.
Nissan Primera
Si tengo que decir alguna característica del Primera de primera (valga la redundancia) generación es su fiabilidad y robustez. Eran irrompibles, aunque no eran muy agraciados desde el punto de vista estético. Los japoneses nunca han destacado en este sentido, pero el Primera fue el primero (valga la redundancia otra vez) que atrajo al gran público y se podía ver por nuestras calles muy habitualmente.
Toyota Celica
Decir Toyota Celica para mí es recordar enseguida la versión Carlos Sainz. Ese fue el primer coche con el que fui a hacer una sesión de fotos y la combinación de la emoción de probar un «coche del mundial» para la calle y la responsabilidad de no accidentarlo en las violentas sesiones de fotos que hacíamos por entonces, me llenó de tensión. Pero esto fue en la quinta generación, la más popular, aunque donde comenzó a fraguarse su prestigio fue con la tercera que comprende a esta década de los 80.
Suzuki Vitara
Durante la época de la EGB, los todoterreno estaban de moda. Con el tiempo, esa moda se acabó convirtiendo en todo lo contrario, porque fue un fenómeno que cayó en desuso. Digamos que por entonces todos querían tener un TT para el «día a día» y ahora lo que quieren es un SUV. Pero volvamos a los ´80. El TT más conocido y popular fue sin duda el Vitara. Sobre todo por su dureza. De hecho, sigue habiendo muchos todavía circulando por nuestras carreteras, porque era un coche muy robusto.
Honda Civic
Como sucedía con muchos modelos japoneses en esa época de los 80 y principio de los 90, el Honda Civic era un coche marginal. Apenas se veía por nuestros barrios y solo estaba al alcance de poderes adquisitivos muy altos. Hasta que no llegó la sexta generación en 1996, no se comenzó a ver de verdad los Civic por España. Y pronto se granjearon una merecida fama sus motores gasolina VTEC por su alta capacidad para subir de vueltas y lograr altas potencias de bajas cilindradas.
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