Coches para el recuerdo: Alfa Romeo 75 V6 QV
En 1990 vio la luz el inolvidable Alfa Romeo 75 V6 3.0 Quadrifoglio Verde, una versión aún más potente que el 75 América, y que permanece en la memoria de todo aficionado a los coches.
Como las arcas de Alfa Romeo no andaban demasiado boyantes, a la hora de desarrollar el sustituto de la berlina Giulietta tomaron la decisión de aprovechar su estructura y conservar la misma distancia entre ejes. En cambio, el nuevo modelo iba a tener voladizos de mayor longitud y desde su lanzamiento dispondría no sólo de los motores biárbol tradicionales de la marca, sino también del poderoso motor V6 de 2,5 litros de cilindrada y de un sacrílego turbodiésel de 2 litros y 95 CV, suministrado por la empresa italiana VM.
Para destacar en la vista lateral su frontal descendente y la zaga elevada, Ermanno Cressoni recurrió a un detalle estético que personaliza el estilo de este Alfa Romeo 75, con el añadido en toda la gama de una franja de material plástico gris a lo largo de la carrocería. Pero en su serie inicial este modelo se topó con un contratiempo, ya que tal como se concibió no se podía exportar al apetitoso mercado estadounidense. Hacía falta crear pues unos paragolpes que cumpliesen con la legislación norteamericana, motivo de que se diseñasen otros más voluminosos y provistos de fuelles laterales, que incrementan la longitud de la carrocería en 90 milímetros y, a cambio, absorben sin deformarse los golpes producidos a velocidades de hasta 8 km/h.
Alfa Romeo 75 V6 QV: la técnica
Además de instalarse dichos parachoques desde 1987 en las unidades destinadas a los Estados Unidos, donde se comercializó como Alfa Romeo Milano Verde y sólo se vendía con el motor V6, esta modificación resultó ideal para distinguir pues en Europa al modelo más potente de la gama: este Alfa Romeo 75 V6 QV. Así, esa seña de identidad que iba acompañada de unos aletines y de unos estribos pretendidamente aerodinámicos marcó la diferencia, pues sirvió para destacar al brillante 75 América, por mucho que luciese en la tapa del maletero la denominación 75 6V 3.0, bastante sosa. En cambio, la sal la ponía su melodioso motor V6 de 3 litros, que conseguía 188 CV de potencia y raspaba los 220 km/h de velocidad, a pesar de que la carrocería tenía un flojo 0,40 de coeficiente aerodinámico Cx.
Por si fuese poco, el Alfa 75 América poseía un bastidor al nivel que exigía su mecánica. Junto al eficaz eje trasero De Dion, calzaba unos entonces generosos neumáticos de medida 195/60 VR 14 e incorporaba unos muelles traseros de mayor rigidez, amortiguadores más duros y unas barras estabilizadoras más gruesas, de 22 milímetros delante y 21 atrás. Completaban el conjunto una dirección de 3,2 vueltas entre tope y tope, de asistencia regresiva según aumentaba la velocidad, y una instalación de frenos a base de cuatro discos Brembo, con los delanteros ventilados y sistema ABS opcional. También en la transmisión al eje trasero había cambios, pues incorporó un diferencial autoblocante ZF al 25 por ciento y un grupo trasero 11/39, que para los compañeros que lo probaron en nuestra revista AUTOPISTA parecía demasiado largo allá por 1988, aún con pocas autovías y más tratándose de una berlina de enfoque deportivo.
Alfa Romeo 75 V6: su motor
De cara a 1991, al ser obligatorio que los motores de más de 2 litros tuviesen catalizador y empleasen gasolina sin plomo, los técnicos italianos de Alfa Romeo se vieron forzados a modificar el motor V6. Y el resultado fue impresionante, ya que el propulsor catalizado obtenía 192 CV de potencia, sumados a un par máximo de 25,5 mkg a 4.500 vueltas. Al mismo tiempo, se sustituyó el grupo trasero por un 11/41 más corto, para aprovechar la mayor potencia en alta y la ligera disminución de par en baja.
Este motor V6 de 3 litros de cilindrada, algo menos elástico y más potente, es el que lleva la versión Alfa Romeo 75 V6 Quadrifoglio Verde, presentada en el otoño de 1990 y a la que pertenece el ejemplar de las imágenes. Su primer dueño fue un ingeniero del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), en Madrid, que lo trató con cuidado y lo vendió pronto al hermano de un mecánico que trabajaba en el taller oficial Povedilla, situado en la calle madrileña del mismo nombre y profundo conocedor de la mecánica del modelo. Hace doce años se lo vendió a Alejandro, que procedió de inmediato a limpiarlo en profundidad y a sustituir los líquidos de los circuitos de lubricación, frenos y refrigeración, así como los lubricantes de la caja de cambios y del diferencial.
Ejemplares como este Alfa 75 V6 QV demuestran que, cuando un coche se cuida y se le hace el mantenimiento que precisa, puede prestar servicio durante bastantes más años y kilómetros de lo habitual. En el momento de la prueba, su cuentakilómetros marcaba 367.710 km, una cifra respetable que parece increíble visto su estado general. De hecho, su dueño había estado el fin de semana anterior en una concentración alfista celebrada en el circuito Kotarr, próximo a Aranda de Duero, donde rodó al ritmo veloz que le permiten su motor y su bastidor.
Contemplado aún inmóvil, relucen en contraste con la carrocería las llantas Speedline, de 16 pulgadas de diámetro y garganta de 6,5 pulgadas. Semejantes pies llevan calzados unos neumáticos de medida 205/45, que conservan el mismo desarrollo y con su perfil más bajo aportan mayor agarre al asfalto. Ya instalado ante el volante de cuero, toca ajustar la posición del volante en altura y profundidad, así como la del asiento en distancia e inclinación del respaldo, mientras Alejandro señala encima del retrovisor para indicar que allí, como en los aviones, están los conmutadores de las luces interiores y los mandos de los elevalunas delanteros.
La instrumentación, generosa como suele ser en Alfa Romeo, con tendencia al optimismo y ya con grafía más legible en tono blanco, está compuesta por un velocímetro graduado hasta 260 km/h, un cuentavueltas cuya raya roja empieza en 5.800 rpm, termómetro de líquido refrigerante, manómetro de aceite y un nivel de gasolina cuya aguja no se para quieta en las carreteras con curvas. Y además, en la zona central añade un reloj digital y una central de chequeo.
Alfa Romeo 75 V6 QV: en marcha
Contacto, arranque y el sonido musical del motor V6 toma ya la batuta. Con el ralentí reposado, la primera marcha entra sin rascar, soltamos el freno de mano de estilo aeronáutico y comienza la fiesta. Aunque el cambio requiere cierta calma para pasar de una velocidad a otra, el empuje continuo del motor hace que enseguida se mueva la aguja del velocímetro en la zona de tres cifras. En una recta larga, el 75 se embala y se oye el sonido del aire contra el parabrisas y los retrovisores. Sin embargo, apetece reducir a una tercera que puede llegar hasta 140 km/h, para que manden la música V6 y la capacidad bestial de aceleración.
De la misma manera, en las curvas rápidas el bastidor de este Alfa Romeo 75 V6 QV obedece a lo que se le ordena desde el volante y se nota que esta versión final el asiento sujeta en los apoyos fuertes. Pero si el viraje es más retorcido, sale a relucir una leve tendencia subviradora, la carrocería se inclina y basta girar un pelín el volante para seguir el recorrido. Y si en esa situación damos gas, el eje trasero se encarga de sujetar la zaga y ayuda a completar el giro. En este sentido, también intervienen un reparto de masas equilibrado y el generoso equipo de neumáticos. Probamos a frenar en plan enérgico y quedamos impresionados, ya que la respuesta es contundente y fácil de dosificar.
Además, este Alfa 75 V6 QV posee un equipamiento completo y su terminación está bastante cuidada, sobre todo en comparación con el tópico que en aquellos años caracterizaba a los autos italianos. Y siempre conservará el honor de ser la última berlina Alfa Romeo antes de que la marca fuese absorbida por el Grupo Fiat. En resumen, un coche de marcada deportividad, en el que se goza del placer de conducir casi como si fuese un auténtico coupé, pero que tiene unas cómodas y espaciosas plazas traseras y un maletero presentable.
Ficha técnica Alfa Romeo 75 V6 3.0 QV (1991)
Motor | 6 cilindros en V a 60 grados |
Cilindrada | 2.959 cm3 |
Potencia | 192 CV DIN a 6.000 rpm |
Transmisión | Propulsión trasera |
Cambio | Manual de 5 velocidades |
Largoxanchoxalto | 4,42 x 1,66 x 1,40 m |
Peso | 1.250 kg |
Velocidad máxima | 222 km/h |
Consumo medio | 10,4 l/100 km |
Época de fabricación | 1990-1992 |
Cotización | 2.000-8.900 euros |
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