Prueba: Nissan Qashqai 1.6 DCI 130 4X2, ¿SUV o compacto?
Renovar un líder de ventas es la tarea más complicada para un fabricante, son demasiados cambios y corres el riesgo de invertir la tendencia. Veamos si la nueva plataforma del Nissan Qashqai cumple con lo esperado.
La propia Nissan lo reconoce: no es nada fácil sustituir a un superventas que ha dejado el listón tan alto. Con el Qashqai, Nissan se la jugó con un vehículo que ni era SUV ni era una berlina, siendo las dos cosas a la vez. Un concepto extraño entonces pero totalmente común a día de hoy. La jugada salió tan bien que los rivales no tardaron en reaccionar y salir a su encuentro. No era un coche feo y tampoco especialmente atractivo, pero se ganó al público por ser diferente, por alejar la estética de todo terreno del mundo SUV de entonces y acercarla a la de un turismo convencional, pero manteniendo la altura SUV. Además, redondeó con una gama amplia, buenos motores, distintos sistemas de tracción y dos tamaños de carrocería. En definitiva, un coche completo y diferente. Ahora, llega su primer cambio importante con la segunda generación, que estrena nueva plataforma, renuncia a la carrocería larga y aporta la misma estrategia mecánica y de transmisiones. Tiene calidad visual superior, estéticamente es más atractivo y anuncia mayor eficiencia energética y dinámica; toca analizarlo.
No se qué impresión te causa su nueva estética pero la tónica general de todas las opiniones que he recabado es que en apariencia ahora se acerca más a la de un SUV todavía, y eso que es 3 cm más bajo que antes; no lo digo como crítica, sino como característica. La respuesta a esto puede estar en el modelo que Nissan tiene previsto sacar sobre esta misma base, que se fabricará en Barcelona y que, sin lugar a dudas, servirá de complemento para ofrecer una gama todavía más completa. Sea cual sea el motivo, estamos ante un buen coche, de esos que puedes recomendar sin miedo a quedar mal.
Interior mejorado
La apariencia exterior, mucho más moderna, se complementa con un interior a la altura. De la sobriedad de la anterior generación se pasa ahora a un diseño más cuidado. Mantiene la calidad, pero con materiales de mejor apariencia, al menos en lo que al salpicadero e instrumentación se refiere. Está mejor equipado de serie, algo que complementa con sistemas tecnológicamente avanzados de los que se estilan ahora, que Nissan agrupa bajo el nombre de Escudo de Protección Inteligente, formado por el control de ángulo muerto, el detector de fatiga, el detector de movimiento, el aviso de colisión frontal, el reconocimiento de señales, el cambio de luces automático, etc.
Hay más confort de asientos, tanto delanteros como traseros y mejores cotas longitudinales, ya que ganamos hasta 3 cm en el espacio de piernas trasero. La anchura interior no varía y, a pesar de ser más bajo, el nuevo diseño de asientos y plataforma permite ganar 1 cm que no viene nada mal. Si no conocías el anterior, con el nuevo Qashqai tendrás un interior de buena berlina media, de lo mejor del mercado y en la línea de lo que ofrecen sus rivales SUV, que sólo le ganan en altura interior, si bien el dato del Nissan no es nada malo. Salir de las plazas traseras en esta generación es ligeramente más incómodo que en la anterior; el espacio por el que sale el pie se reduce en 4 cm, con el inconveniente añadido de que el paso de rueda entorpece la operación. No es algo crítico, puesto que puedes entrar y salir del coche sin problemas, pero sí destacable en comparación con el anterior.
La capacidad medida por nosotros del maletero se ha visto mermada en esta generación en 30 litros, ofreciendo un espacio inferior al de la mayoría de sus rivales más modernos, que superan los 500 litros de capacidad. La explicación: es más corto que ellos. Los 455 litros que tiene dan para mucho, pero resultan poco si se comparan con los SUV rivales o con los familiares compactos, que están registrando cifras que rondan los 600 litros. Hay mayor modularidad en el espacio de carga, que cuenta con doble fondo (incluido en la medición de los 455 litros) y un sistema que con dos tapas puedes compartimentar el hueco. A los lados, dos prácticos ganchos para que las bolsas de la compra no se abran. Hay huecos grandes en todo el habitáculo, destacando el que hay bajo el reposabrazos delantero, que admite una botella de 1,5 litros de agua de pie.
Al volante
Ofrece un refinamiento general realmente bueno. Apenas se escucha el motor y no llegan vibraciones a los ocupantes, ni siquiera por el volante al conductor. Esta característica se mantiene en prácticamente todos los apartados. Resulta muy cómodo de suspensiones, más que antes, y no por ello va blando en carretera. Su puesta a punto me ha gustado. Da la impresión de ser cierta la mayor rigidez estructural anunciada para esta plataforma, lo que les ha permitido ablandar el conjunto sin estropear las cualidades dinámicas. Es más, a falta de un enfrentamiento directo me atrevo a decir que este bastidor es más eficaz que el anterior. No cansa a los ocupantes y es obediente en la trazada. Para buscarle los defectos al chasis hay que poner al Qashqai en situaciones para las que no está pensado. En ese punto crítico, prevalece el criterio de un ESP bien tarado, poco deportivo pero apostando por la seguridad; dinámicamente me parece que a partir de ahora habrá que ponerlo en los puestos de referencia del segmento. Su altura le permite ciertos escarceos por pistas en buen estado, pero al final son los neumáticos los que ponen el límite, y los de esta unidad, con sus innecesarias llantas de 19 pulgadas, le limitan sólo al asfalto.
El nivel prestacional es similar al de la anterior generación con idéntico motor. En esta se han acortado ligeramente los desarrollos en las tres primeras velocidades, manteniendo los mismos de las tres siguientes. Esto le permite mayor agilidad urbana, que contribuye a su rodar tan agradable. Consume menos gracias al sistema Stop/Start y a una gestión electrónica más conservadora. Los datos de consumo que tenía el motor 1.6 dCi de Renault ya eran buenos, ahora son mejores, situándose con sus 5,4 l/100 km de media entre los más ahorradores del segmento. Si conduces tranquilo y haces caso a las recomendaciones del cuadro de mandos podrás moverte en medias que ronden los 4,5 litros sin que sea una tortura. El acabado Tekna 19" de nuestra unidad de pruebas iba equipado hasta los topes, con elementos que muchas veces no necesitas, sobre todo por los poco más de los 29.000 € que cuesta. Yo te recomiendo que mires en acabados más modestos, ya que seguirán ofreciendo una buena dotación de serie y a un precio todavía más competitivo. Era un buen coche y ahora lo sigue siendo.