El nuevo Volkswagen Touran aspira a seguir siendo referencia como monovolumen medio. Enfrente, hoy BMW con su inédito Serie 2 Gran Tourer. Batalla familiar de 7 plazas.

En primer plano, Volkswagen: la marca generalista más reconocida por el carácter pragmático y funcional de sus coches. Hoy, además, aquí representada por un VW Touran nuevo, construido ya sobre la ligera plataforma modular MQB del grupo, la misma de los últimos VW Golf o Passat de quienes toma mucha de su tecnología. Siempre es un seguro, pero ¿hasta dónde podría hoy evolucionar aún un familiar casi redondo con más de 13 años de experiencia comercial?

En segundo plano, de inicio, BMW: la marca premium afamada, contrariamente, por la histórica filosofía emocional de unos coches siempre con genes deportivos. Eso sí, ahora abanderada aquí por su coche más familiar fabricado hasta la fecha. Sí, porque ni el nuevo BMW X1 ni, ante todo, el también monovolumen BMW Serie 2 Active Tourer han representado una apuesta tan extrema: a pesar de compartir misma inédita arquitectura en BMW de motor transversal y tracción delantera, este nuevo Gran Tourer amplía hasta 12 centímetros su batalla, añade 2 plazas extra (7 en total) y configura de serie la puesta a punto con mayor enfoque al confort de toda su gama. No pintaba mal, pero ¿hasta qué nivel de comodidad llegaría BMW en su primera gran tentativa en grado familiar? Interrogantes abiertos en el duelo, por si fuera poco, más distinguido del segmento ya partiendo incluso desde el precio: los dos rondan los 30.000 euros. Y así lo será mientras Audi y Mercedes renuncien a entrar.

BMW 216D Gran Tourer vs VW Touran: el espacio

Como ves, no son dos monovolúmenes más, por lo que la excelencia pasa a ser casi en esta comparativa una exigencia. Primeras puertas abiertas a un BMW 216d Gran Tourer que, de inicio, convence. Con la mejor calidad de acabado de su clase, resulta muy luminoso y con la mayor altura interior que recuerdo en un coche: hasta 99 cm medidos. Casi parece haberse creado para jugadores de baloncesto, también por un espacio para piernas muy bueno en la 2ª fila, acompañado de grandes accesos y buenas dosis de modularidad para recomponer su espacio y sentarse incluso en su 3ª fila.

Sin embargo, es rodar, empezar a “rascar”, y verás también deficiencias en este nuevo BMW Serie 2 Gran Tourer. La primera, el gran pilar delantero que condiciona la conducción en curva y en ciudad: resta mucha visibilidad. La segunda, un asiento de serie con la banqueta más estrecha que también recuerdo en un coche en los últimos años: obligatorio pasar por caja para hacerte con asientos opcionales (desde 559 euros). Mientras, algunos elementos no del todo bien resueltos, como bandejas tipo avión tras los respaldos delanteros muy voluminosas y endebles (roban 5 centímetros medidos para las piernas traseras) o tiradores ubicados hacia dentro y no hacia fuera para tirar más cómodamente y levantar desde el maletero la 3ª fila, muestran que falta algo de trabajo de fondo. Sobre todo, por comparación.

Saltamos ahora al nuevo Volkswagen Touran 1.6 TDI/110 CV. Los elementos más prácticos del BMW Serie 2 Gran Tourer los tiene, y mejorados: como múltiples huecos hasta en cajones por el techo o desplazamiento longitudinal de la 2ª fila que pasa, de 13 centímetros en BMW, a 20 en Volkswagen. Pero es que, además, tiene más soluciones funcionales (hay 3 asientos independientes en la 2ª fila, con cajones, cortinillas o bandejas ya de serie) y, salvo por altura, también más espacio. Con 13 centímetros más de batalla que antes, este VW Touran ofrece el mismo espacio para piernas que el BMW, pero mayor anchura vital y un maletero de récord, hasta 100 litros superior (entre 515 y 705 litros, en función a la fila corredera, frente a los 430-575 litros del Gran Tourer). Mires donde mires, VW impone oficio, también en un cuidado diseño que beneficia la visibilidad, una boca de carga entre 6 y 10 centímetros más ancha y baja para facilitar la carga… e incluso en detalles tan ingeniosos como un sistema de amplificación del sonido por altavoces hacia la 3ª fila. No hay duda: el Volkswagen Touran jugaba en casa.

BMW 216D Gran Tourer vs VW Touran: motores Diesel

Así quetoca llevar el duelo ya al terreno habitual de BMW: la dinámica. Eso sí, reconociendo que tampoco aquí actuaba el Serie 2 Gran Tourer por completo como local, y no sólo por esa puesta a punto familiar mencionada y la tracción delantera: también por subirnos a sus versiones Diesel de acceso, en su caso un motor de sólo 3 cilindros, 1,5 litros de cilindrada y 116 CV. Segunda duda resuelta: qué buena es BMW fabricando siempre motores.

Con más par máximo que el motor 1.6 TDI de 4 cilindros y 110 CV del Volkswagen Touran, el medio régimen de este BMW 216d Gran Tourer es sorprendente, sintiéndose más rápido también por su notable mayor estirada hasta casi 5.000 rpm y a un cambio manual muy rápido, hasta con función de doble embrague. Además, con una eficiencia magnífica, como viene siendo ya habitual en BMW (de media 5,3 l/100 km medimos frente a los 5,8 del VW Touran), y con uno de los Stop/Start también más finos, lo que no es nada usual en la marca.

Inalcanzable pues en prestaciones este BMW 216d Gran Tourer para el 1.6 TDI de una Volkswagen aturdida aún por el escándalo de emisiones: sea por software o por ser ya Euro6, este motor parece en los últimos tiempos perder contundencia. Algo que el Touran enmascara por su extrema finura y suavidad en todo su régimen y por desarrollos más cortos que BMW para terminar salvándole la cara en adelantamientos. ¡Ay aquel pletórico 2.0 TDi de 110 CV! Como lo echamos ya hoy de menos… En todo caso, y sobre estas carrocerías familiares, no esperes ninguna respuesta tan brillante en ningunos como para no pedirte que subas si puedes un escalón más de potencia si piensas usar el coche con plena carga. Ni siquiera en un BMW 216d Gran Tourer cuya primera impresión de deportividad, también por una dirección muy directa, queda luego en eso, en sólo una impresión: es el BMW menos eficaz y ágil que he probado. Hasta cierto punto, normal, pero esa apuesta al confort no se traduce luego tampoco en más comodidad de marcha.

BMW 216D Gran Tourer vs VW Touran: comportamiento

Con reacciones siempre seguras, la carrocería del BMW 216d Gran Tourer va más suelta, hasta sentir un monovolumen con mayores cabeceos al paso de badenes o en la transferencia de masas en fases de arranque/detención, así como con más problemas de tracción ante bruscos cambios de apoyo o giros en ciudad acelerando en marchas cortas: aquí, incluso, sentirás cómo actúa el “autoblocante” electrónico que lleva con leves tirones de dirección.

Aunque ya apoyado este BMW 216d Gran Tourer ofrece un altísimo agarre, condicionado por su flexibilidad también percibes en vías rápidas un continuo balanceo de carrocería que se agrava por una dirección sin punto neutro central, que se insinúa al mínimo apoyo de volante obligando a corregir. Eso sí, lo puedes modificar apostando a la suspensión deportiva M (388 €) o, ante todo, a una suspensión adaptativa (572 €) sin la que, sinceramente, no me lo compraría.

Y es que, ante el BMW, vuelve a lucir un Volkswagen Touran 1.6 TDI que, si con su suspensión adaptativa (935 €) no se aleja casi de un VW Golf, de serie tiene reacciones y aptitudes ya próximas a las de un turismo. Más suave y progresivo en todos sus movimientos, rueda siempre con mayor aplomo y con una suspensión que, siendo cómoda, sujeta mucho mejor la carrocería en toda situación. Súmale una frenada más estable y rápida, un mejor aislamiento ya desde el ralentí y un tacto de conducción más natural, por el que resulta incluso más ágil, y obtendrás un monovolumen que emerge de nuevo como perfecto ejercicio familiar. Igual que no espero hoy un Volkswagen que me divierta como un BMW M3, a BMW creo que aún le queda recorrido como alternativa familiar. Y más frente a un Volkswagen Touran con demasiado oficio a día de hoy.

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