Llega el nuevo Mercedes Clase C familiar, bajo la denominación Estate, como siempre. Viene cargado con toda la tecnología que ya vimos en la berlina, a la que añade el lógico mayor espacio en la parte trasera. No se priva de nada.

El mercado de las berlinas familiares resiste ante el acoso de los SUV y en el caso particular de Mercedes lo hace con el nuevo Clase C Estate, un modelo que aporta en el segmento elevadas dosis de calidad, un bastidor excelente y toda la tecnología vista en las Clases S y E. Crece con 80 mm más de batalla t es 96 mm más largo y 40 mm más ancho que la generación anterior, con lo que consigue un habitáculo ligeramente más habitable, sobre todo en lo que a espacio para las piernas de los ocupantes traseros. Comparte toda su tecnología tanto mecánica como de bastidor con la berlina que ya conocemos, a la que añade un práctico portón trasero y mayor modularidad de asientos.

Por primera vez incorpora un respaldo trasero dividido en tres secciones 40:20:40, que se abaten mediante un sistema de desbloqueo eléctrico con botones ubicados en el maletero y el habitáculo. Su maletero crece apenas en 5 litros de capacidad con respecto a la anterior generación, anunciando una capacidad de 490 litros en su configuración mínima. El portón trasero está hecho en aluminio (el 49 por ciento del coche es de este material) y puede contar con accionamiento eléctrico y con la función Hands Free Access que está tan de moda últimamente, mediante la cual el conductor sólo necesita acercarse con la llave en el bolsillo y pasarla por debajo del paragolpes trasero para que se abra el portón automáticamente.

Tal y como ocurre en la berlina, el frontal tiene dos diseños disponibles entre los que elegir, con la estrella en el radiador o sobre él, como en los Mercedes de toda la vida. Tiene cuatro niveles de acabado y hasta 9 motores en su gama, todos ellos cumplidores del la norma Euro6. Así tenemos 5 Diesel con potencias comprendidas entre los 116 y 204 caballos y 4 gasolina que van, de momento, de los 133 a los 156 caballos (habrá versión AMG). A estos se les une una interesantísima versión híbrida denominada C300 BlueTEC Hybrid, que mezcla el motor Diesel de 204 CV con otro eléctrico de 27 caballos, y que se complementará con una variante enchufable denominada C350 BlueTEC Hybrid que llegará poco después.

El bastidor del nuevo Clase C Estate mantiene las excelencias que ya vimos en la berlina. Tiene dos suspensiones a elegir, mecánica o neumática, y una extensa lista de ayudas a la conducción heredadas de las Clases S y E. Permite distintos programas de conducción seleccionables mediante un botón y denominados Eco, Confort, Sport, Sport+ e individual, que actúan sobre la dirección (eléctrica con desmultiplicación variable), el motor, las ayudas electrónicas, la caja de cambios (si es la automática) y el climatizador. Cuenta con propulsión trasera de serie y a finales de este 2014 ofrecerá también las variante 4Matic de tracción total.

El comportamiento me ha parecido muy bueno. He podido probar diferentes versiones y todas ellas me han gustado. El tren delantero es preciso y agradable, mientras que el trasero mantiene su guiado sin problemas, con independencia de la suspensión elegida. En conjunto me parece la berlina más completa de su segmento. Los motores responden bien y están mejor insonorizados que en la generación anterior. Me ha sorprendido gratamente la versión híbrida, puesto que es el híbrido Diesel que mejor hace la transición entre la rudeza natural de un motor de gasóleo y el motor eléctrico.

El nuevo E Estate supondrá un sobrecoste de 1.100 euros con respecto a la berlina a igualdad de motor y equipamiento. Las primeras unidades se entregarán en septiembre. A final de año veremos nuevas versiones, como el C400 (el único V6 en la gama) y las 4Matic. Ya en 2015 llegará el Plugin Hybrid y en primavera la carrocería coupé que, por lo que hemos podido saber, apostará por mucha emoción deportiva en su diseño.