Opel Vectra GTS 3.2 V6 Active Select
"Es el Opel más veloz de todos los tiempos", al menos el que se haya fabricado de serie, y se nota: deja atrás hasta su propio nombre, ya que éste no es un Vectra cualquiera. El GTS tiene una imagen más radical -acorde con su clara aspiración deportiva-, pero también es una berlina muy lujosa, toda suavidad y confort para sus pasajeros.
Necesita sólo 29 segundos para recorrer un kilómetro partiendo de 0 km/h, no precisa más de 8,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, su velocidad máxima es de 248 km/h (esto último según la marca)…
Tras ver estos números en nuestros equipos de mediciones, se nos ha escapado un "este Vectra tiene alas". En realidad, más que alas le han salido dos tubos de escape ovalados y cromados, una parrilla alargada, unas líneas angulosas y unos faros rasgados que ya advierten a simple vista que a este GTS no le unen muchos lazos de sangre con sus más bien "hermanastros" de familia.
Más distinguido
En el Vectra GTS se ha optado por una imagen más radical, pero, lejos de quedar sobrecargado, resulta un modelo muy atractivo. Los paragolpes son del mismo color de la carrocería, la calandra gana presencia en el frontal del vehículo, los faldones han pasado claramente por el túnel del viento de la firma y los faros muy angulosos le confieren cierto look felino.
Sus diseñadores han tenido un mandato claro: dinamismo + robustez. Como demostración, sólo hay que mirarle el "calzado": incorpora unos poderosos neumáticos -215 / 50 R-, junto a unas llantas de aluminio de 6 radios dobles de 17 pulgadas.
Este look dinámico también ha saltado al interior: asientos deportivos, volante de tres radios forrado en cuero, panel de instrumentos con biselado…
Sin embargo, la máxima distinción se encuentra bajo el capó: un V6 de 3,2 litros capaz de desarrollar 210 CV de potencia máxima. Estamos ante la versión de más motorización de esta raza aparte que es la familia GTS (también existe un 1.8 de 122 CV y, en gasóleo, contamos con un propulsor DTi de 2,2 litros y 125 CV, mecánicas un poco más "asequibles", según la propia Opel).
En realidad este motor no es nuevo, ya estaba en el Omega, pero es la primera vez que se incluye en el Vectra. Así, este modelo ha entrado en el selecto club de las berlinas deportivas de más de 200 CV, donde también militan el Subaru Impreza 2.0 Turbo, el Alfa Romeo 156 3.2 V6 GTA, el Ford Mondeo ST 220 o el Audi A4 3.0.
El GTS ruge desde ralentí advirtiendo al conductor que hay mucho que "exprimir" y alcanza con toda facilidad la zona roja del cuentarrevoluciones. Aunque este motor "va sobrado", no quiere hacer ostentaciones y empuja suave y progresivamente en todo momento. Sus aceleraciones impresionan (aunque presenta mejores marcas el Mondeo o el Impreza), pero nos ha gustado mucho más cómo recupera y, sobre todo, su funcionamiento: nada de reacciones bruscas.
No todo el mérito es del propulsor, sino también de la caja de cambio automática (la Active Select). Es un cambio autoadaptativo que permite un manejo muy parecido al manual: nosotros mismos subimos y bajamos marchas, pero olvidándonos completamente del embrague. En una conducción rápida, su manejo resulta más fácil y eficaz. Podemos estirar el motor casi hasta el corte y sólo cambiará de marcha al tocar la palanca.
El Active Select en su modo totalmente automático se muestra algo más conservador. Cuenta con un programa de nieve, que modifica totalmente el funcionamiento, para que el coche se mueva con mayor suavidad.
Obviamente, el consumo no es uno de los fuertes de este Vectra GTS. Precisa una media 10,24 litros para recorrer 100 kilómetros. No es una marca muy recomendable para recorrer una Eco-Marathon, pero se mantiene en la línea de lo que gastan estas potentes berlinas: en este apartado, quizás el mejor colocado sea el A4 3.0 que puede presumir de un consumo medio inferior a los 10 litros.
Necesita sólo 29 segundos para recorrer un kilómetro partiendo de 0 km/h, no precisa más de 8,8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, su velocidad máxima es de 248 km/h (esto último según la marca)…
Tras ver estos números en nuestros equipos de mediciones, se nos ha escapado un "este Vectra tiene alas". En realidad, más que alas le han salido dos tubos de escape ovalados y cromados, una parrilla alargada, unas líneas angulosas y unos faros rasgados que ya advierten a simple vista que a este GTS no le unen muchos lazos de sangre con sus más bien "hermanastros" de familia.
Más distinguido
En el Vectra GTS se ha optado por una imagen más radical, pero, lejos de quedar sobrecargado, resulta un modelo muy atractivo. Los paragolpes son del mismo color de la carrocería, la calandra gana presencia en el frontal del vehículo, los faldones han pasado claramente por el túnel del viento de la firma y los faros muy angulosos le confieren cierto look felino.
Sus diseñadores han tenido un mandato claro: dinamismo + robustez. Como demostración, sólo hay que mirarle el "calzado": incorpora unos poderosos neumáticos -215 / 50 R-, junto a unas llantas de aluminio de 6 radios dobles de 17 pulgadas.
Este look dinámico también ha saltado al interior: asientos deportivos, volante de tres radios forrado en cuero, panel de instrumentos con biselado…
Sin embargo, la máxima distinción se encuentra bajo el capó: un V6 de 3,2 litros capaz de desarrollar 210 CV de potencia máxima. Estamos ante la versión de más motorización de esta raza aparte que es la familia GTS (también existe un 1.8 de 122 CV y, en gasóleo, contamos con un propulsor DTi de 2,2 litros y 125 CV, mecánicas un poco más "asequibles", según la propia Opel).
En realidad este motor no es nuevo, ya estaba en el Omega, pero es la primera vez que se incluye en el Vectra. Así, este modelo ha entrado en el selecto club de las berlinas deportivas de más de 200 CV, donde también militan el Subaru Impreza 2.0 Turbo, el Alfa Romeo 156 3.2 V6 GTA, el Ford Mondeo ST 220 o el Audi A4 3.0.
El GTS ruge desde ralentí advirtiendo al conductor que hay mucho que "exprimir" y alcanza con toda facilidad la zona roja del cuentarrevoluciones. Aunque este motor "va sobrado", no quiere hacer ostentaciones y empuja suave y progresivamente en todo momento. Sus aceleraciones impresionan (aunque presenta mejores marcas el Mondeo o el Impreza), pero nos ha gustado mucho más cómo recupera y, sobre todo, su funcionamiento: nada de reacciones bruscas.
No todo el mérito es del propulsor, sino también de la caja de cambio automática (la Active Select). Es un cambio autoadaptativo que permite un manejo muy parecido al manual: nosotros mismos subimos y bajamos marchas, pero olvidándonos completamente del embrague. En una conducción rápida, su manejo resulta más fácil y eficaz. Podemos estirar el motor casi hasta el corte y sólo cambiará de marcha al tocar la palanca.
El Active Select en su modo totalmente automático se muestra algo más conservador. Cuenta con un programa de nieve, que modifica totalmente el funcionamiento, para que el coche se mueva con mayor suavidad.
Obviamente, el consumo no es uno de los fuertes de este Vectra GTS. Precisa una media 10,24 litros para recorrer 100 kilómetros. No es una marca muy recomendable para recorrer una Eco-Marathon, pero se mantiene en la línea de lo que gastan estas potentes berlinas: en este apartado, quizás el mejor colocado sea el A4 3.0 que puede presumir de un consumo medio inferior a los 10 litros.