El Jaguar XE tiene en la versión V6 con compresor volumétrico y 340 CV su cara más dinámica.

El Jaguar XE constituye la pieza individual más ambiciosa de desarrollo en los planes inmediatos de Jaguar para aumentar netamente su volumen de producción. La cifra barajada que sacaría a la marca de su actual ámbito de ‘pequeño fabricante’ es de medio millón de coches anuales entre todos sus modelos. La pertenencia del XE al segmento D, en principio con muchas mayores posibilidades de difusión que el encuadramiento de sus otros productos de años recientes, así debería posibilitarlo. Y para su ensamblaje, Jaguar ha replanteado costosamente la factoría británica de Solihull, anteriormente utilizada por Rover y Land Rover.

Inicialmente, el nuevo Jaguar es un sedán de cuatro puertas con tracción trasera, aunque una versión Sportbrake con acceso más desahogado a su espacio para equipajes, es una expectativa lógica. Además, su longitud contenida y su línea de carrocería similar a un coupé determinan una habitabilidad no generosa que lo sitúan como berlina deportiva de cuatro plazas, sin grandes concesiones a la practicidad familiar. Eso incluye un maletero que no brilla especialmente ni por su amplitud ni por su facilidad de acceso.

Y es que el desarrollo del XE ha sido presidido por el uso intensivo del aluminio en su estructura (75% del monocasco) y la búsqueda de buena aerodinámica por formas y cuidado de bajos: Cx de 0,26. Lo que no ha impedido definir una estética muy en la línea de otros modelos de la marca, y a la vez con trazos o detalles sacados de la rica herencia histórica Jaguar. El eficaz bastidor, por su parte, es totalmente moderno, con suspensiones delanteras de paralelogramo deformable y traseras multibrazo.

A bordo del más potente

En esta versión 3.0 con compresor volumétrico y 340 CV (desde 60.919 euros), la más prestacional de la gama de lanzamiento, la altura de carrocería se rebaja 10 mm y el coche cuenta de serie con amortiguación variable Adaptive Dynamics que es opcional en otras versiones. Una dirección eléctrica francamente lograda –la primera de este tipo en un Jaguar- con 2,6 vueltas de volante, y los frenos más dimensionados de la gama XE completan el panorama chasis. El eficaz efecto ‘autoblocante’ Torque Vectoring con toques de freno, agilizando el comportamiento en curvas, está presente en todos los XE, así como el sistema Jaguar Drive Control con cuatro programas. Citamos en la ficha técnica las ruedas de serie, inéditas en este contacto realizado en La Rioja, Navarra y Alava, pues en carretera llevábamos ruedas opcionales de 225/40-19 delante y 255/35-19 atrás. Y en la divertida –y demostrativa- cabalgada en el Circuito de Navarra, las unidades llevaban cubiertas 235/35-20 y 265/30-20 (siempre con código de velocidad Y), una opción sólo disponible en el XE-S.

Las plazas delanteras, indudablemente las preferentes en este coche, sugieren también deportividad en todos los aspectos. La ubicación ‘profunda’ de conductor y acompañante en el fondo de bien conformadas butacas deportivas en piel/ante con reglajes eléctricos, queda enmarcada por un atractivo tablero bastante imponente, una consola/túnel de transmisión posicionada alta y un borde inferior de acristalamiento también muy alto, hasta el punto que los paneles de puertas presentan dos niveles diferenciados de botones de mandos. Un detalle visual muy lucido es lo que Jaguar llama ‘Riva loop’, un reborde que pasa del tablero a la parte superior de los paneles de puerta, constituyendo un guiño estético a las lanchas de lujo.

El ya clásico mando retráctil del cambio automático –única opción con el motor V6- ofrece programa D y Sport, y en todo caso, levas en el volante para insertar manualmente las marchas. Pero la excelente ‘patada’ que tiene el motor, pese al teórico régimen de par máximo a 4.500, proporciona buenas aceleraciones casi en cualquier marcha, si bien las dos superiores son lógicamente para llanear en vías rápidas a regímenes-motor moderados. El programa D del cambio ZF ya es bastante dinámico en los cambios, e incluso retiene vigorosamente cuando capta curvas en conducción rápida. Ni que decir tiene que el programa Sport agudiza la búsqueda de prestaciones y resulta casi exagerado en circunstancias en las que no se busque el máximo. Y luego está el programa Sport del Jaguar Drive Control para acentuar la deportividad en carretera actuando en diversos frentes, como el acelerador y la dirección, pero sobre todo en la amortiguación.

Orientado a la prestación y la deportividad de comportamiento, y no tanto a la practicidad de uso, el XE 3.0 SC es refinado y confortable, y si se conduce dentro de los límites legales, incluso puede brindar consumos razonables.

Características técnicas

Motor: Delantero longitudinal. 6 cilindros en V. 2.995 cc (85,4 X 89 mm). Bloque y culatas de aleación ligera. Compresión 10,5:1. 4 válvulas por cilindro con doble árbol de levas por culata accionados por cadena. Inyección directa de gasolina y compresor volumétrico.

Potencia máxima: 340 CV a 6.500 rpm.

Par máximo: 45,9 mkg a 4.500 rpm.

Transmisión: Ruedas traseras motrices. Cambio automático ZF de 8 velocidades.

Bastidor: Suspensión delantera con triángulos superpuestos y trasera multibrazo.

Peso: 1.665 kg.

Frenos: Discos ventilados delante y detrás (350/325 mm).

Neumáticos: 225/45 YR18 del. Y 245/40 YR18 atrás.

Cotas: Largo/ancho/alto: 467/185/142 cm. Batalla y vías: 284 y 160/160 cm.

Prestaciones

Velocidad máxima: 250 km/h.

Aceleración de 0 a 100 km/h: 5,1 s.

Consumo urbano/extraurbano/mixto: 11,6/6,1/8,1 l/100 km.

Emisiones CO2: 194 g/km.